Sorprendentemente he recibido hoy esta crónica de Gurb. Santiman Gurb es la estrella mediática del cuarteto de Los Boinas. Es zaragozano, pero afortunadamente para él, es barbastrense consorte. Es Gurb por que hay periodos que desaparece de nuestras vidas y nos deja "Sin noticias de Gurb" (divertidisimo libro de Eduardo Mendoza). Estas ultimas semanas me había bromeado vía email con correr otro maratón, pero yo, por razones familiares (que no físicas) me hice el sueco... Tres semanas después del Maratón de Zaragoza, se ha metido espectacularmente otro 42 K, y muy cerca de su marca personal. Gritad conmigo: Gurb for president!!!
"Breve (¿?) crónica del Maratón de San Sebastian.
Hello amigos maratonianos:
(He tenido mucho curro esta semana, así que he ido posponiendo la breve crónica que prometí, si espero mucho más se me van a olvidar las sensaciones. Ahí va.)
Cuando después de una semana de dudas, impulsado por mi colega, runner, amigo, ferratista … Domingo “Zipi” (que finalmente me dejó colgao, perdón, quiero decir que por “ineludibles compromisos familiares no pudo acudir” … ¿desde cuándo la familia antes que el Maratón? … lo que hay que aguantar … y encima le traje un regalo: mariconismo puro) al final decidí inscribirme en el/la Maratón de San Sebastian, resulta que estaba fuera de plazo (reconoceréis que hay que echarle huevos, ehhhh!!! para que un abogado maratoniano se inscriba fuera de plazo). La verdad es que me sentí un poco aliviado cuando ví en el ordenador “inscripción finalizada”, pero mi hija, más lista que las pesetas (o los euros) me dijo por qué no llamas a este teléfono, y así lo hice, contacté con Bea, de la organización, y lo arreglamos para hacer la transferencia el día siguiente.
Le había mandado varios mensajes a IronPaco (que en su superBlog, hace un par de semanas, había cogido el guante que le había lanzado proponiéndole correr el Maratón de Donosti), pero no debió de verlos y no respondió. También llamé a mi maestro Carlos García “MachoMan” para tentarle, pero creo que no se creyó que realmente fuera a correr el Maratón de San Sebastián. En fin, estaba escrito: lo iba a correr yo solo (bueno, junto con otros 3.500 runners, no lo olvidemos).
El sábado por la tarde, nada más comer, a Sanse, pues había que llegar ¡en plazo! a coger el dorsal. Sin problema, luego al Hotel, situado a 500 metros (nos costó como media hora llegar, después de mil vueltas pésimamente guiados por el navegador), dejar las cosas y a tomar unos pinchos por la parte vieja, para luego tratar de rematar con cena en un italiano, que no fue posible, así que nos metimos en un establecimiento de “jóvenes” y, con hipoxia prematura, no se me ocurrió otra cosa que pedir Lasaña de verduras y de postre “Muerte por chocolate” (certera denominación).
Con un frío de cojones, salimos del restaurante y en taxi al Hotel, habitación dedicada a Fritz Lang, que debería de estar sordo, en otro caso no le hubieran dedicado esta habitación en la segunda planta, junto a un semáforo, en la que se podía escuchar perfectamente el cambio de marchas de cada moto …, en fin, entre el ruido y la muerte chocolatera que comenzaba a surtir sus efectos, prácticamente no pegué ni ojo.
Hello amigos maratonianos:
(He tenido mucho curro esta semana, así que he ido posponiendo la breve crónica que prometí, si espero mucho más se me van a olvidar las sensaciones. Ahí va.)
Cuando después de una semana de dudas, impulsado por mi colega, runner, amigo, ferratista … Domingo “Zipi” (que finalmente me dejó colgao, perdón, quiero decir que por “ineludibles compromisos familiares no pudo acudir” … ¿desde cuándo la familia antes que el Maratón? … lo que hay que aguantar … y encima le traje un regalo: mariconismo puro) al final decidí inscribirme en el/la Maratón de San Sebastian, resulta que estaba fuera de plazo (reconoceréis que hay que echarle huevos, ehhhh!!! para que un abogado maratoniano se inscriba fuera de plazo). La verdad es que me sentí un poco aliviado cuando ví en el ordenador “inscripción finalizada”, pero mi hija, más lista que las pesetas (o los euros) me dijo por qué no llamas a este teléfono, y así lo hice, contacté con Bea, de la organización, y lo arreglamos para hacer la transferencia el día siguiente.
Le había mandado varios mensajes a IronPaco (que en su superBlog, hace un par de semanas, había cogido el guante que le había lanzado proponiéndole correr el Maratón de Donosti), pero no debió de verlos y no respondió. También llamé a mi maestro Carlos García “MachoMan” para tentarle, pero creo que no se creyó que realmente fuera a correr el Maratón de San Sebastián. En fin, estaba escrito: lo iba a correr yo solo (bueno, junto con otros 3.500 runners, no lo olvidemos).
El sábado por la tarde, nada más comer, a Sanse, pues había que llegar ¡en plazo! a coger el dorsal. Sin problema, luego al Hotel, situado a 500 metros (nos costó como media hora llegar, después de mil vueltas pésimamente guiados por el navegador), dejar las cosas y a tomar unos pinchos por la parte vieja, para luego tratar de rematar con cena en un italiano, que no fue posible, así que nos metimos en un establecimiento de “jóvenes” y, con hipoxia prematura, no se me ocurrió otra cosa que pedir Lasaña de verduras y de postre “Muerte por chocolate” (certera denominación).
Con un frío de cojones, salimos del restaurante y en taxi al Hotel, habitación dedicada a Fritz Lang, que debería de estar sordo, en otro caso no le hubieran dedicado esta habitación en la segunda planta, junto a un semáforo, en la que se podía escuchar perfectamente el cambio de marchas de cada moto …, en fin, entre el ruido y la muerte chocolatera que comenzaba a surtir sus efectos, prácticamente no pegué ni ojo.
… Pero a las 6,45 arriba, bueno, abajo a desayunar con otros maratonianos; yo bajé en vaqueros, porque “no sabía qué me iba a poner”, así que los maratonianos me miraban y no sabían si yo era otro maratoniano o un turista pirado madrugador.
Con otro frío de cojones (1 grado), salí del Hotel con varias capas (y la tradicional bolsa de basura a modo de elegante chubasquero), hacia la Salida del Maratón, mucho ambiente, estiramientos … y ese tipo de chorradas que se suelen hacer antes de correr 42 Km.
Para que no me pasara como en Zaragoza, me pongo antes de la liebre de 4h., y tira que te va, sin ninguna idea concreta de qué hacer (salvo correr), a qué ritmo ir, … En fin, comienzo china chano y no miro el Garmin, no quiero que me condicione, quiero ir cómodo (pero no lo consigo), me sorprende que ya desde el principio los kilómetros pasan muy despacio, no voy muy mal pero tampoco suelto, ni mucho menos como en el de Zaragoza, echo de menos los espaguetis de la noche anterior y echo de más la muerte por chocolate, en el Km. 9 oigo a un runner que le dice a otro, Pachi, vamos clavados, y le pregunto a cuánto, y me dice justo a 5m/km., 9 x 5 = 45 minutos, vale, pienso que claramente no voy a aguantar este ritmo, pero tampoco sé (o no quiero) reducirlo, y yo sigo, pero ya veo que el Km. 13, 14, …, me cuestan mentalmente cuando en los otros Maratones que he corrido ni me enteraba, en el 16, 17, …, empiezo a pensar, muy seriamente, que no tengo ni puta idea de cómo voy a acabar, en el 21 había quedado que igual estaba Eva, pero la veo antes, sobre el 19, me anima pero sigo pensando que no sé cómo voy a acabar, y sigo, en la Media creo que paso sobre 1:48, no está mal, pero de verdad, es que no tengo ni remota idea de cómo acabar, pienso que si llego al 30 ó 32, aunque a partir de entonces tuviera que andar (algo que nunca he hecho en un Maraton –aunque sí en Belchite- y que no me gustaría) podría acabar en 4h. ó 4,15h., en un momento dado escucho MONCLÚÚÚSSSS!!! Y no puedo dar crédito, si estoy más solo que la una (salvo Eva), si no conozco ni a Dios … es mi amigo Antonio Márquez “MaratónMan” en sentido contrario, cambia de sentido y se viene conmigo un par de minutos, ha venido a acompañar a unos amigos que van más lentos, y se vuelve con ellos, luego veo a su mujer Rosa en el público, fenomenal, todo esto sí anima y entretiene y pasan los kilómetros, vuelvo a ver a Eva creo que sobre el 32Km. y luego me echo un amiguete veterano (quiero decir, creo que más que yo), charlamos un rato y me viene muy bien porque por primera vez cojo propiamente un ritmo adecuado, creo que ya voy con la reserva de grasa y no con los hidratos, pero bueno, empiezo a pensar que a este ritmo tal vez sí pueda acabar, mi compa se queda a esperar a un colega suyo y sigo solo (nuevamente), ya es cuestión de tiempo, voy rozando el límite que tan bien conozco (ese en el que me entran ganas de potar), ya vamos hacia Atocha, vuelvo a ver a la vallisoletana con la que he coincidido en varias ocasiones, entramos en el Estadio, compruebo dónde está exactamente la Meta (a unos 300 metros), miro mi Garmin y está apagado (ha debido de ser por el frío que se le ha acabado la batería antes), confiaba en que, a pesar de todo, bajaría de las 4h., miro en el marcador y veo 3:41, no me lo acabo de creer, me permito incluso un ligero cambio de ritmo y llego en 3:42 oficial (mi marca real sería 3:41:37).
En una primera valoración pienso que he corrido con muro (o similar) casi toda la carrera, de forma más precisa, tal vez desde poco más del Km. 15-16, pero que se puede correr así (con la grasa de la muerte por chocolate) a un ritmo decentillo, aquí si que la mente es importante, sigo pensando en que no sé como he podido seguir corriendo del 15 al 42, cómo he podido finalizar la carrera.
Al grano: después bolsa del corredor, buscar a Eva (me costó encontrarla un cuarto de hora), me encontré con Pablo que había venido a ver correr a su mujer Verónica, luego estuvimos también con ella (Enhorabuena!!!), y bueno, al Hotel vestido de “manta térmica dorada”, a una Señora en un semáforo le encantó, estuve a punto de regalársela, pero pensé que en este mundo hay que ganarse las cosas así que le dije que si corría un Maratón se la regalaban.
Ducha y a comer al Saltxchipi o algo así; había que celebrarlo bien, sobre todo por Eva, fundamental su intervención en este Maratón, así que le dije que teníamos que pedir lo que ella quisiera, incluidas las croquetas de changurro que sabía que le iban a gustar (y ya sabemos cómo son las vascos, nos sacaron una docena), después el besugo, etc., todo ello regado con un blanco que a Eva (y a mí también) le gustó mucho. En esta fase de euforia post-maratoniana no me corté un pelo (había sufrido mucho) y nada más llegar al restaurante pedí una jarra de cerveza urgente “porque había corrido el Maratón”, y el dueño –clásico vasco cachondón- me contesta “te miro con otros ojos …” “eres mi héroe la hostia” (todo esto con acento); en fin, todo bien, incluyendo viaje de regreso de copiloto, siestecita … hasta que Eva me pidió el relevo (el vinito blanco parece que también tuvo sus efectos) pero yo ya me había recuperado y piloté el coche sin problemas hasta Zaragonia.
Jodo con la breve crónica!!! Ya está bien.
Moraleja: Fuera mitos: ¿Qué no se deben correr dos Maratones seguidos? ¿Qué sólo se deben correr dos Maratones al año? ¿Y quién lo dice? Dejando a un lado a superhombres como mi amigo IronPaco, capaces de correr un Maratón cada semana, los runners “normales” también podemos saltarnos las normas. Al fin y al cabo qué es correr sino sentir la libertad en tus piernas? (os lo juro, la frase es mía, se me acaba de ocurrir, no la he leído en el librito de Murakami ni nada similar). Es más: estoy buscando otro Maratón para completar un trío, a ver si lo encuentro … y además, con zapatillas nuevas, estrenaré ropa, no beberé en todos los avituallamientos, … a ver qué pasa.
Nos vemos en el próximo Maratón. Espabilad chicos, que puede ser muy prontito … anuncian uno en Las Palmas a 20 grados que pinta muy bien.
Un abrazo a todos."
Al grano: después bolsa del corredor, buscar a Eva (me costó encontrarla un cuarto de hora), me encontré con Pablo que había venido a ver correr a su mujer Verónica, luego estuvimos también con ella (Enhorabuena!!!), y bueno, al Hotel vestido de “manta térmica dorada”, a una Señora en un semáforo le encantó, estuve a punto de regalársela, pero pensé que en este mundo hay que ganarse las cosas así que le dije que si corría un Maratón se la regalaban.
Ducha y a comer al Saltxchipi o algo así; había que celebrarlo bien, sobre todo por Eva, fundamental su intervención en este Maratón, así que le dije que teníamos que pedir lo que ella quisiera, incluidas las croquetas de changurro que sabía que le iban a gustar (y ya sabemos cómo son las vascos, nos sacaron una docena), después el besugo, etc., todo ello regado con un blanco que a Eva (y a mí también) le gustó mucho. En esta fase de euforia post-maratoniana no me corté un pelo (había sufrido mucho) y nada más llegar al restaurante pedí una jarra de cerveza urgente “porque había corrido el Maratón”, y el dueño –clásico vasco cachondón- me contesta “te miro con otros ojos …” “eres mi héroe la hostia” (todo esto con acento); en fin, todo bien, incluyendo viaje de regreso de copiloto, siestecita … hasta que Eva me pidió el relevo (el vinito blanco parece que también tuvo sus efectos) pero yo ya me había recuperado y piloté el coche sin problemas hasta Zaragonia.
Jodo con la breve crónica!!! Ya está bien.
Moraleja: Fuera mitos: ¿Qué no se deben correr dos Maratones seguidos? ¿Qué sólo se deben correr dos Maratones al año? ¿Y quién lo dice? Dejando a un lado a superhombres como mi amigo IronPaco, capaces de correr un Maratón cada semana, los runners “normales” también podemos saltarnos las normas. Al fin y al cabo qué es correr sino sentir la libertad en tus piernas? (os lo juro, la frase es mía, se me acaba de ocurrir, no la he leído en el librito de Murakami ni nada similar). Es más: estoy buscando otro Maratón para completar un trío, a ver si lo encuentro … y además, con zapatillas nuevas, estrenaré ropa, no beberé en todos los avituallamientos, … a ver qué pasa.
Nos vemos en el próximo Maratón. Espabilad chicos, que puede ser muy prontito … anuncian uno en Las Palmas a 20 grados que pinta muy bien.
Un abrazo a todos."
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y el Cantábrico baña Donosti, os enlazo otra crónica de este mismo maratón, el debut del barbastrense David "El Pollo" (enhorabuena David!!!) y la mia de hace dos años, que fue mi tercer maratón (31 Maratón San Sebastian). Por útimo, señalar que Verónica completó con suficiencia su enésimo (quinto?octavo?décimo?) maratón. Felicidades Vero, eres la pionera.
Si no te parece bien que haya publicado tu mensaje ponte en contacto con el Sr. Croasanselassie que mediara en el conflicto.
ResponderEliminarVamos a Gran Canaria?
Enhorabuena Mister Gurb!!!
ResponderEliminarTodo lo que haces me parece de pistón. Podemos quedar con JHMediator en Gran Canaria, con permiso de Papeta ...
ResponderEliminarY sino Paco veniros al maratón de Sevilla (13 Febrero), -la temperatura no bajará mucho de los 20 de Gran Canaria-de las tapitas y el fino en la zona de la Catedral ya me encargo yo...eso sí, de los espaguetis también. Y enhorabuena Gurb, veo que cuando se lleva mucho tiempo en esto del correr lo de las "reglas" es fácil saltarselo.
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